Desde hace meses, dos bandas formadas en su mayoría por menores aterrorizan la ciudad. Ya han asesinado a tres personas
A Dris Amar le querían disparar en las piernas para darle un aviso a su hermano menor, perteneciente a una banda. El problema —uno de ellos— fue que quien apretó el gatillo del arma semiautomática era apenas un crío. No supo controlar el retroceso del subfusil, que elevó el cañón hacia arriba, haciendo que la ráfaga de balas alcanzara también la cadera y el vientre de Dris. Murió desangrado en el suelo tras más de media hora esperando una ambulancia.