Lazarat, el pueblo ‘castigado’ de Albania

‘Lazarat ha sido castigado. Políticamente castigado. Aquí quizas se vio el primer Ferrari o el primer Lamborgini de toda Albania. Ahora, debes saber que los pueblerinos no tienen ni agua en sus casas’. Así de tajante comenzó Rigels Malile, periodista albanés, su entrevista en exclusiva a ruteon.com 

No es para menos. Él ha visto a lo largo de todos estos años la evolución de Lazarat, o como se conoce en toda Europa, ‘el pueblo de la Marihuana’. 

Esta pequeña localidad de unos diez mil habitantes situada en el sur del país fue durante décadas el epicentro del tráfico ilegal de Marihuana en Europa. Su producto interior bruto era incluso superior al de toda Albania. No existía ciudad que exportara una mayor cantidad hacia el viejo continente.

El empleo en Lazarat rebosaba. La prosperidad económica en comparación al resto del país era esperanzadora. Y por supuesto, las mejores casas y los mejores coches solo los podías encontrar allí. Tal y como explicaba Malile, ‘se trataba de un mini estado dentro de otro estado’.

Un país dentro de otro país

Las reglas y la convivencia en en este famoso pueblo eran propias y autoreguladas por el ‘sistema’. Nadie entraba o salía del pueblo sin ser identificado previamente por los sicarios de Lazarat.

No hacía falta sobornar a la policía, porque directamente allí no había.

El mismo pueblo pagaba a algunos de sus habitantes para desarrollar unos cuerpos de seguridad que llevaban el control tanto en la ‘frontera’, como en sus calles. Existía un pacto entre el estado y el pueblo que parecía irrompible.

Uno de los indicativos más impactantes de este elaborado sistema eran los muros. Paredes de dos a tres metros de altura que se levantaban en los límites del jardín de cada casa. En ocasione, estos ladrillos nos recordaban a las fortalezas de la edad media, elaborados para la protección más primitiva.

De esta forma, las familias se curaban en salud de los posibles ‘mirones’ de una mercancía que tarde o temprano acabaría en las principales capitales de Europa.

Reportaje audiovisual de Parama: ‘Lazarat, el pueblo castigado por el

cultivo de cannabis’

Sí, habéis leído bien. Las familias. En Lazarat absolutamente todo el mundo formaba parte del ‘sistema’. Desde niños a adultos y ancianos. En sus jardines se cultivaba solo cannabis. Nadie lo escondía.

Era simplemente el día a día de la gente. Nada de animales o granjas, todo se basaba en el cultivo de marihuana.

Sin embargo, lo verdaderamente impactante no era el hecho de que hubieran ciertas zonas tapiadas. Sino que absolutamente todas y cada una de las calles de Lazarat lo estaban.

Es increíble pensar cómo las diez mil personas que habitaban el pueblo, junto a los ‘capos’, elaboraron un sistema de protección del que todo el mundo tomó parte. 

No estamos hablando de cuatro vallas. Hablamos de ladrillo, cemento, obreros, tiempo y… Mucho dinero para poder llevarlo a cabo.

Parama en una de las calles de Lazarat tapiadas por sus imponentes muros

Pero, de un día para otro, las cosas cambiaron y Lazarat se preparó para una caída en picado con la que nadie contaba. Ni si quiera sus propios habitantes.

El hundimiento del ‘Pueblo de la Marihuana’

Según contaba Malille, este pequeño pueblo de unos diez mil habitantes era ampliamente conocido por apoyar al partido democrático albanés. Por tanto, mientras ellos estuvieran en el poder, nada corría peligro.

Años más tarde, y contra todo pronóstico, los socialistas ganan las elecciones. Algo impensable hasta el momento si tenemos en cuenta que 20 años antes Albania era una dictadura comunista completamente hermética.

Pues bien, el partido de Edi Rama –quien tras ocho años sigue al mando– decide acabar con Lazarat de golpe y porrazo.

En ese momento, periodistas y medios de comunicación se hacen eco y lo consideran una declaración de intenciones para poder convertirse en estado miembro de la Unión Europea.

No obstante, para Rigels, las cosas no son a día de hoy lo que parecían: ‘Para mí, y para todo el mundo está bien destruir la Marihuana en Lazarat. Pero, ellos (el gobierno) la han destruido aquí y la han hecho crecer en toda Albania. En la actualidad, Tepelena es el sitio más conocido por el tráfico tráfico ilegal de cannabis’.

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